Todos los días, 230.000 alumnos utilizan servicios de transporte escolar para llegar a sus respectivos colegios en España*. Es un colectivo especialmente vulnerable, ya que se trata de niños a partir de los tres años de edad, por lo que garantizar su seguridad es fundamental.
Según el Real Decreto 443/2001, que regula las condiciones de seguridad en el transporte escolar y de menores, las flotas de autobuses y autocares dedicadas a esta labor deben cumplir una serie de requisitos:
- Los vehículos no rebasarán los 16 años de antigüedad
- Contarán el indicativo de transporte escolar tanto en la parte anterior como posterior del vehículo
- Deberán incluir en su documentación que han superado una inspección técnica anual si el vehículo tiene menos de 5 años y semestral si supera esa cifra
- Dispondrá de seguro obligatorio y complementario para cubrir la responsabilidad civil
- Contará con una autorización especial que lo habilite para realizar transporte escolar
- Dispondrá de plazas para personas con discapacidad
- Los asientos de primera fila deberán llevar mampara de protección
- El piso del vehículo deberá ser antideslizante y los bordes de la escalera deben ser de colores vivos
- Las puertas deben contar con barras para facilitar la subida y bajada de los pasajeros
- El recorrido y las paradas debe ser previamente fijado y autorizado
- Es obligatorio el uso del tacógrafo y el limitador de velocidad. La velocidad además deberá ser 10 km/h inferior a la indicada para cada vía
- Es necesario que los alumnos lleven un acompañante si se trata de niños menores de 12 años, con el fin de que pueda ayudarles a subir y bajar del autobús, así como a velar por su seguridad
Respecto al uso del cinturón de seguridad, todos los vehículos de transporte escolar fabricados a partir de 2007 deben llevarlos instalados. Para los autobuses más antiguos, la norma indica que, al menos, deben contar con cinturón de seguridad los asientos ubicados frente a huecos de escalera o aquellos que no estén protegidos por el respaldo de otro.
Es una normativa necesaria y que deberían conocer tanto padres como colegios. Pero hoy en día, hay muchas más opciones para proteger y controlar a los pasajeros de rutas escolares.
Sistemas de seguimiento para rutas escolares
Hoy en día, muchas empresas de autobuses y autocares cuentan con sistemas de seguimiento mediante GPS que puede aportar en tiempo real información sobre dónde se encuentra el vehículo en cada momento. Esta información puede ser accesible también para los padres, que sabrán en todo momento en qué situación se encuentra el autobús donde va su hijo.
Sistemas de mejora del estilo de conducción
También hay sistemas tecnológicos que ayudan a mejorar el estilo al volante del conductor, con el fin de evitar maniobras bruscas o excesos de velocidad. Algunos de estos sistemas no solo evalúan el estilo de conducción, sino que son capaces de ofrecer consejos antes, durante y después del viaje, para que la conducción sea más responsable y segura.
Sistemas para asegurar el mantenimiento de los vehículos
Planificar el mantenimiento o solucionar las averías de los autobuses o autocares dedicados al transporte escolar puede ser una tarea complicada si se trata de empresas con varios vehículos y con distintas antigüedades. Para ello existen sistemas que permiten planificar las visitas al taller, anticipándose a las posibles averías que puedan surgir. También pueden informar al conductor de si se detecta algún problema técnico en tiempo real.
Estos son algunos ejemplos de cómo la tecnología de gestión de flotas puede ayudar a mejorar la seguridad en las rutas escolares. ¿Qué te parecen?
*Según datos del Instituto Nacional de Estadística