La incertidumbre en el coste de los combustibles fósiles y, sobre todo, su enorme impacto en el medio ambiente, ha llevado a investigar métodos de propulsión para flotas más ecológicos y eficientes. Todavía hay mucho recorrido, ya que es difícil encontrar el sistema de propulsión perfecto, pero, de momento, vamos a repasar aquellos que recomienda la Unión Europea en su Estrategia de Transporte Limpio, algunos de los cuales ya se están probando con éxito en diversas ciudades para transporte urbano e interurbano.
Gas Licuado del Petróleo GLP o Autogás
Se trata de una mezcla de propano y de butano que normalmente se encuentra en estado gaseoso pero que a determinada presión se transforma en líquido. El precio de un vehículo ligero con este sistema se encarece en torno a un 5 o 10% respecto a uno de gasolina, equiparándose al precio de un diésel. Sin embargo, también es posible convertir un vehículo de gasolina en uno de autogás mediante la instalación de un equipo adicional, que cuesta entre 1.000 y 3.000 euros.
El autogás, debido a que tiene menos impuestos que los carburantes fósiles tradicionales, permite ahorrar hasta un 50% en combustible, si lo comparamos con un vehículo de gasolina.
Respecto a las emisiones de CO2, son equiparables a las de un diésel y menores que las de un gasolina, pero donde se ve la mayor diferencia es en las emisiones de NOx, uno de los mayores responsables de la elevada contaminación en ciudades y culpable de graves problemas de salud. En este caso las emisiones de los vehículos con autogás son muy inferiores a las de un gasolina y suponen menos del 90% en comparación con un diésel.
Gas Natural
El Gas Natural es una mezcla de hidrocarburos ligeros, compuesto principalmente por metano. Ocupa más volumen que la gasolina o el diésel, por lo que debe ser comprimido (GNC) o licuado (GNL). Su precio es de un 10% más que el de un vehículo tradicional, y, hoy en día, la oferta comercial abarca turismos furgonetas, camiones y autobuses. De hecho, la mayoría del parque de vehículos de gas natural en España corresponde a transporte pesado.
A nivel de consumo, un vehículo de gas natural es similar a uno de gasolina, pero las emisiones de gases son muy inferiores, ya que emiten menos NO2 y las partículas contaminantes son casi nulas.
Al igual que ocurría con el ejemplo anterior, su fiscalidad es reducida, por lo que se puede ahorrar un 30% respecto a vehículos diésel y un 50% en comparación con los de gasolina.
Biocombustibles
Un biocombustible es una mezcla de sustancias orgánicas que se utiliza como carburante en motores de combustión interna (los de gasolina y diésel tradicionales). Surge de la biomasa, materia orgánica originada en un proceso biológico, espontáneo o provocado.
Dentro de esta categoría estarían el biodiesel, el bioetanol, los biocarburantes de segunda generación y el biogás o biometano.
El biodiesel, que puede provenir de algas, puede utilizarse como combustible único, que sustituya al diésel, pero la opción más habitual es la que mezcla un 5% de biodiesel con un 95% de gasóleo, ya que, con esta proporción, no hace falta hacer modificaciones en un motor diésel convencional.
El bioetanol, proveniente de la fermentación de azúcares de caña, remolacha o cereales, también es una mezcla, en este caso de gasolina (95%) y de bioetanol (5%). Al igual que con el biodiesel, un motor gasolina no necesita ser modificado para aceptarlo.
Los biocarburantes de segunda generación se diferencian de los anteriores en que se elaboran a través de materias primas no destinadas a la alimentación. Éstos incluirían el bio-hidrógeno, bio-dimetil éter o biometanol.
La ventaja de los biocombustibles es que reducen las emisiones de monóxido de carbono y de partículas. Sin embargo, no reducen por sí solos las emisiones de NOx. Tampoco tienen muchas ventajas a nivel de ahorro de costes, y a que en 2013 se eliminó la desgravación fiscal con que contaban anteriormente.
Hidrógeno
El hidrógeno tiene dos aplicaciones fundamentales a la hora de utilizarlo como método de propulsión. Por un lado, las pilas de combustible. Por otro, los motores de combustión interna alternativos. Sin embargo estos últimos no son tan eficientes como las pilas de combustible, por lo que todos los esfuerzos se están dirigiendo hacia las primeras, que son consideradas como una de las mejores alternativas a los sistemas tradicionales.
La pila de combustible de hidrógeno proporciona una autonomía de alrededor de los 500 o 600 km. Su consumo es similar al de un eléctrico y únicamente emiten vapor de agua, lo que supone una gran ventaja desde el punto de vista del medio ambiente.
El principal obstáculo hoy en día son los costes de transporte y mantenimiento, y que aún hay pocas estaciones de servicio para este tipo de vehículos.
Vehículos eléctricos
En la actualidad hay tres tipos de vehículos eléctricos: el eléctrico puro, el eléctrico de autonomía extendida y el híbrido enchufable.
El eléctrico puro, como su nombre indica, está propulsado por un motor completamente eléctrico, alimentado por baterías que se cargan en la red eléctrica. Hoy en día su autonomía sigue siendo limitada (en torno a los 200 o 400 km), aunque ya hay desarrollos capaces de llegar a los 600 km.
El eléctrico de autonomía extendida es capaz de recargar su batería a través de un generador accionado por un motor térmico. De esta forma, aunque la propulsión es eléctrica, la recarga del motor se realiza mediante un sistema auxiliar, aumentando su autonomía.
Por último, el híbrido enchufable combina un motor de combustión interna con un motor eléctrico. A bajas velocidades el vehículo se impulsa únicamente con el motor eléctrico, lo que supone cero emisiones. En los adelantamientos, el motor eléctrico proporciona potencia adicional, mientras que en la frenada actúa como generador y recupera parte de la energía.
Estos vehículos son alrededor de un 30% más caros que los coches de gasolina o diésel. Sin embargo, son mucho más eficientes y, en el caso de los eléctricos puros, generan cero emisiones.
Esperamos que este resumen te haya resultado útil. Y recuerda que también es posible emitir menos gases y partículas con una conducción eficiente. Si quieres más información, visita nuestra página.