Ya hemos hablado en anteriores ocasiones de la importancia de mantener la cadena de frío en el transporte de productos perecederos, ya sea en la industria alimentaria como en la farmacéutica. Hoy vamos a centrarnos en el medio de transporte: el camión o furgoneta que necesitas y las posibilidades que se presentan para mantener y controlar la temperatura.
Antes de comprar el camión…
…tendrás que preguntarte qué tipo de carga necesitarás transportar y cuál será su volumen. Esto te permitirá hacerte una idea de si necesitas un camión ligero, de menos de 3,5 toneladas, o uno pesado. También te permitirá conocer el rango de temperatura que habrás de mantener en el vehículo, ya que no es lo mismo transportar congelados que frutas o flores.
Una vez que esto está claro, vamos a hablar de los distintos tipos de camiones que hay en el mercado y que garantizan que los productos perecederos lleguen en buenas condiciones a su destino.
- Isotermos. Estos vehículos tan solo dependen del aislamiento para proteger la mercancía de las inclemencias del tiempo. Tanto sus paredes, como suelo, techo y puerta, están preparados para limitar al máximo el intercambio de calor entre el interior y el exterior. De todas formas, dependen mucho del calor ambiental, por lo que en España, en verano, puede ser complicado su uso si no se complementa con algún método de refrigeración.
- Refrigerados. Además de ser isotermos, cuentan con una fuente de frío no mecánica, como pueden ser hielo seco, nitrógeno líquido, CO2 o placas eutécnicas, capaces de acumular frío y luego desprenderlo dentro del camión poco a poco. Se pueden alcanzar temperaturas de hasta 20 grados bajo cero en el interior de la caja. Cada sistema tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Las condiciones que exige el hielo seco pueden, por ejemplo, deshidratar los alimentos, mientras que la manipulación del nitrógeno líquido o el CO2 pueden ser más complicadas por su toxicidad, aunque también pueden ayudar a conservar los alimentos.
- Frigoríficos. En este caso, el vehículo dispone de una fuente de frío mecánica, que permite mantener los alimentos a la temperatura precisa entre los 12ºC y los 20 grados bajo cero. El equipo frigorífico estará diseñado para adaptarse a las necesidades de cada empresa. Los habrá, por ejemplo, con un caudal de aire mayor o menor para poder seleccionar la temperatura según la carga que se vaya a transportar. Por ejemplo, se necesitará un caudal mayor si la caja del camión es de grandes proporciones.
La potencia también se debe tener en cuenta. Al igual que ocurre cuando se escoge el aire acondicionado de una vivienda, cuanto mayor sea el volumen de caja mayor potencia se necesitará.
De todas formas, sea cual sea el tipo de camión, es fundamental controlar la temperatura desde cabina o desde la oficina para garantizar que no hay fallos o que, en el caso de que se diera algún contratiempo, podría solucionarse inmediatamente.
Si quieres saber cómo garantizar la trazabilidad de la cadena de frío en el transporte a temperatura controlada, puedes visitar esta página.
Y si quieres profundizar en el tema, te recomendamos:
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