Cuando hablamos de Logística 4.0 nos referimos a la que surge como respuesta de la Industria 4.0, es decir, la cuarta revolución industrial. Al igual que la máquina de vapor revolucionó el sector de la producción en el siglo XVIII, la robótica y la automatización en las fábricas son los detonantes de una transformación que ya estamos viviendo y que está llevando a la completa digitalización del sector industrial.
La convergencia de sistemas de hardware, software, sensores, nanotecnología, biotecnología y tecnología digital de comunicaciones es lo que ha propiciado el cambio. Todo esto junto con el Internet de las Cosas, donde los objetos pueden comunicarse entre sí, y la inteligencia artificial, que permite a las máquinas aprender por sí mismas.
La logística forma parte integral de la industria y, por tanto, no le queda más opción que avanzar de forma paralela. Gracias a la capacidad de comunicación entre personas, aplicaciones, productos, máquinas, etc., es posible adaptar la cadena de suministro a las necesidades específicas de los clientes.
En lugar de fabricar grandes cantidades de productos estándar, como se ha hecho en los procesos de producción tradicionales, se elabora únicamente lo que demanda el cliente y, además, se personaliza el artículo según las preferencias de éste.
Se trata de conectar mediante tecnologías de comunicación al cliente, el producto, la fábrica, las máquinas y los operarios. Esto se hace a través de etiquetas inteligentes, sensores, cámaras, apps… que proporcionarán toda la información necesaria sobre la localización y estado de la mercancía, tanto dentro de la fábrica como en el almacén y en el proceso de transporte hasta su llegada al cliente final.
Las ventajas de esta nueva logística son muchas: aumenta la satisfacción del cliente, que sabe en todo momento en qué situación se encuentra su pedido. Las materias primas se solicitan en función de las previsiones de venta y el stock se reduce al máximo.
Por tanto, la necesidad de espacio de almacén también disminuye. Se automatizan las tareas y se evitan errores. En resumen: se reducen costes y se optimiza la producción.
El transporte en el proceso logístico
Como parte de la logística 4.0 se encuentra el transporte, que también está evolucionando para adaptarse a las nuevas necesidades de la industria y de los consumidores.
El transporte 4.0 integra geolocalización, optimiza el diseño de las rutas, la trazabilidad de la mercancía, e incluso la automatización de la facturación, de pagos o de las pruebas de entrega.
Como en toda revolución, solo sobrevive quien es capaz de adaptarse al cambio. Así que te hacemos la pregunta con la que titulamos este post: ¿estáis tú y tu empresa preparados para la Logística 4.0?