El transporte es un sector fundamental, tanto a nivel económico como social. Pero, al mismo tiempo, es el responsable de alrededor del 25% de las emisiones de efecto invernadero en la UE. Por este motivo, muchas empresas de transporte están planteándose el uso de otras formas de combustión, más allá del diésel, para reducir emisiones. Obligadas, en parte, por la normativa cada vez más estricta, pero también por responsabilidad social.
Presente y futuro del camión eléctrico
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¿Cuánto gasta un camión eléctrico?
En general, el consumo de un camión eléctrico depende de varios factores, como el tamaño del camión, su capacidad de carga, el terreno por el circula, la velocidad y las condiciones climáticas.
Lo habitual es medir su consumo en kWh por kilómetro (kWh/km) o kWh por cada 100 kilómetros (kWh/100 km). Por ejemplo, una furgoneta eléctrica, consume de 20 a 30 kWh por cada 100 km. Sin embargo, un camión pesado puede consumir entre 150 y 250 kWh por cada 100 km.
Según un informe de la consultora alemana BCG, el coste de cargar las baterías de un camión eléctrico sería un 20% menor que el que supone llenar un depósito de combustible. También son menores los costes de mantenimiento y de funcionamiento.
¿Por qué los camiones no son eléctricos?
Entonces, ¿por qué los camiones no son eléctricos? Pese a sus ventajas, todavía hay barreras que deben superarse para que las empresas apuesten por los camiones eléctricos, al menos en lo que se refiere a los eléctricos de batería: autonomía, tiempo de recarga, infraestructura de recarga o coste de adquisición son algunos de los retos que las empresas que quieran adoptar un camión eléctrico tendrán que afrontar.
La autonomía, de hecho, es una de las cuestiones más importantes hoy en día. Un camión ligero, tipo Mercedes-Benz eSprinter o Ford E-Transit, suelen tener una autonomía de entre 150 y 300 km. Esto es suficiente para entregas urbanas o para distancias cortas. Un Volvo FL Electric, que ya es un camión de tamaño medio, tiene una autonomía de 300 km y podría usarse para el transporte de mercancías dentro de una ciudad o entre ciudades cercanas.
Respecto a los camiones pesados, su autonomía puede variar entre 400 y 800 km, lo que ya permite viajes largos. Ejemplos de ello son el Tesla Semi o el Freightliner eCascadia, diñados para el transporte de larga distancia.
También hay que subrayar que la autonomía depende en gran medida del estilo de conducción, por lo que es importante controlar este aspecto para lograr un menor consumo y mayores distancias.
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Los camiones eléctricos en España
En España el camión eléctrico avanza con paso lento, pero sin pausa. Según datos de AEDIVE y GANVAM, durante el primer semestre de 2023, se matricularon 70 vehículos industriales pesados eléctricos puros, lo que supone un aumento de casi el 600% respecto al año anterior. Los autobuses van a un ritmo mayor, con 292 matriculaciones de vehículos eléctricos en el mismo semestre.
Por otro lado, según el Barómetro de la Movilidad publicado por ANFAC, durante el primer trimestre de 2023 se abrieron 49 puntos de recarga públicos de una potencia de 150 a 250 kW, y 54 puntos de carga de más de 250 kW. Este tipo de cargadores es fundamental para el transporte pesado de mercancías y personas, que comienzan a cargar a partir de los 150 kW. A finales de marzo, en España había un total de 801 cargadores públicos a partir de dicha potencia, una cifra aún muy baja si de verdad queremos apostar por el transporte sostenible y los camiones eléctricos.
El primer paso para electrificar la flota
La electrificación de la flota es un proceso complejo que lleva tiempo y precisa de una planificación cuidadosa. Incluso si una empresa no está preparada para pasar a los EV, aún puede hacer mucho para mejorar la forma en que se utilizan los vehículos con motor de combustión interna (ICE).
Contar con una buena solución telemática ayuda a reducir las emisiones de carbono de la flota. Por ejemplo, un software de optimización de rutas tiene en cuenta factores como la distancia o los patrones de tráfico para definir la ruta ideal. ¿El resultado? Menos tiempo en carretera, menos combustible consumido y menos emisiones.
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