El uso de dispositivos móviles mientras se conduce sigue siendo una gran preocupación, tanto para la sociedad en general como para los operadores de flotas en particular.
Un estudio reciente realizado por Webfleet muestra que al 91% de las empresas que cuentan con flotas de vehículos les preocupa que sus empleados utilicen dispositivos móviles para enviar mensajes de texto o acceder a Internet mientras conducen.
El uso del teléfono móvil ha sido descrito por la Organización Mundial de la Salud como una “amenaza seria y creciente a la seguridad vial”, por lo que parece existir una necesidad apremiante de una mayor concienciación y acción dirigida.
Hoy en día el smartphone no solo tiene un impacto negativo sobre la seguridad del empleado, sino que también pone al negocio en situación de no cumplir con su obligación legal de administrar los riesgos potenciales para la salud en el lugar de trabajo.
Esta es una obligación que existe incluso aunque el vehículo sea de uso personal pero se utilice para ir y volver del trabajo.
Sin embargo, son pocas las empresas que ofrecen formación a sus empleados sobre conducción y sobre el uso de este tipo de dispositivos al volante.
¿Cómo se puede abordar el problema? El primer paso es establecer una política clara y firme sobre el uso del teléfono móvil mientras se conduce, que podría estar integrada en el manual de riesgos laborales de la empresa. En ella se debería definir el uso de dichos dispositivos. Por ejemplo: si se permite el uso de manos libres o si se puede utilizar el móvil siempre que el vehículo se encuentre estacionado.
También deber ofrecerse formación, mediante cursos donde se informe de cuáles son las normas de la empresa e incluso las normas de tráfico al respecto, con las sanciones que puede conllevar su incumplimiento. Si se prefiere, estos cursos podrían estar disponibles a través de la Intranet de la compañía.
La importancia de una aplicación efectiva
Una vez que se establece la política de uso de móviles, es crucial garantizar que se aplique correctamente y que se tomen todas las medidas razonables para evaluar su efectividad.
El uso del teléfono móvil puede ser difícil de controlar, pero hay indicadores que pueden ayudar a identificar cuándo ha habido distracciones al volante. Los datos del estilo de conducción que proporciona la tecnología telemática también pueden desempeñar un papel importante en un enfoque más proactivo.
Los sistemas modernos no solo califican a los conductores en función de su rendimiento general, sino que también proporcionan información detallada sobre el estilo de conducción, lo que ayuda a profundizar para descubrir las causas de los problemas que hayan podido surgir.
Por ejemplo, los datos sobre eficiencia de combustible, exceso de velocidad o maniobras bruscas pueden ser muy útiles al desarrollar una imagen detallada del rendimiento. Si es necesario, también es posible analizar los datos más a fondo para descubrir cuándo y dónde se han producido incidencias particulares de un pobre rendimiento en la carretera. Aunque esta información en sí misma no indica si un conductor estaba usando su teléfono, ayuda a proporcionar pistas sobre su atención general en el vehículo.
Causas del uso del móvil al volante
También es importante averiguar la causas por las que una persona usa el teléfono móvil mientras conduce. Quizá lo haga porque se aburre en un atasco o porque tiene tal carga de trabajo que le es imprescindible consultar y contestar el móvil mientras conduce.
En los casos en que los empleados están en la calle todo el día y el teléfono se utiliza como el principal método de comunicación con la oficina, será más difícil para ellos evitar realizar o recibir llamadas.
De todas formas, en cualquier caso se puede poner solución para mitigar el problema, desde los cursos de formación que hemos comentado antes hasta una mejora en la planificación para racionalizar la carga de trabajo. Podría valer la pena evaluar las prácticas de trabajo existentes y tal vez incluso cuestionar si las oficinas deberían llamar a sus colegas cuando es probable que conduzcan, incluso si están usando un dispositivo de manos libres.
Del mismo modo, si los empleados que pasan una gran cantidad de tiempo en carretera responden a los correos electrónicos mientras conducen porque creen que las presiones del tiempo los obligan a hacerlo, sería recomendable trabajar con ellos para ver cómo se puede aliviar esta carga.
Los procesos digitalizados para enviar órdenes de trabajos también pueden ayudar. En lugar de llamar a los conductores, la oficina puede mandar los detalles del trabajo directamente a los terminales del conductor en el vehículo, con la mejor ruta incluida.
También es posible enviar material de apoyo, como manuales de productos o descripciones de trabajo, directamente a estos dispositivos, lo que ayuda a reducir la necesidad de conversaciones prolongadas por teléfono. Algunos sistemas incluso pueden configurarse para leer mensajes cortos de texto, de modo que el conductor pueda recibir información crítica sin mirar la pantalla.
Los conductores pueden realizar además otras tareas, como el registro de kilometraje, o los comprobantes de entrega, lo que significa que ya no necesitan depender del teléfono para la comunicación de información importante.
Dichos ajustes ayudarán a mostrar a los empleados que la aplicación de la política sobre el uso del teléfono móvil es una vía bidireccional y que recibirán la ayuda que necesitan para evitar infracciones.