Las empresas de transporte hacen frente a diferentes tipos de sanciones, relacionados con las normas de tráfico, con las horas de descanso o con el tacógrafo digital.
Estas son algunas de las sanciones más comunes en una empresa de transporte:
Uso del tacógrafo
Cualquier empresa de transporte, ya sea de mercancías o de pasajeros, tiene la obligación de instalar un tacógrafo en sus vehículos, si éstos tienen un PMA superior a las 3,5 toneladas (en el caso de transporte de mercancías) o puede llevar a más de 9 personas incluido el conductor, en el caso de transporte de viajeros. Su mal uso o la no utilización del mismo conllevan sanciones de distinta cuantía, que van desde los 300 euros en las situaciones más leves, a los 6.000 en las más graves.
En todos los casos, será la empresa transportista la que responda a la sanción, aunque en algún apartado, como en lo referente a la manipulación del tacógrafo, también tendrán responsabilidad el colaborador y/o conductor, que deberán acatar una multa y pérdida de puntos.
Si quieres más información, te animamos a que leas este post sobre las multas por el mal uso del tacógrafo.
Tarjeta de transporte
Las empresas transportistas deben tener una tarjeta MDL/MDP en vigor. Cada empresa debe poseer un solo tipo de tarjeta de transporte en vigor, para transporte ligero o para transporte pesado.
Las cuantías relacionadas con las multas por el uso indebido de la tarjeta de transporte varían según su gravedad, y van desde los 100 euros por no comunicar cambios a la Administración, hasta los 4.001 euros por realizar transporte de mercancías sin la autorización pertinente, por ceder la tarjeta a otra persona, por tenerla caducada o por haberla falsificado.
Limitador de velocidad
La Unión Europea estableció en 1992 la obligación de instalar un limitador de velocidad en los vehículos para transporte de mercancías con un peso máximo a partir de 3,5 toneladas y en los autobuses preparados para llevar a más de 9 personas incluido el conductor. Aunque hay algunas excepciones, como los autobuses para dar servicio en áreas urbanas, la mayoría de los vehículos de estas características están obligados a contar con este limitador de velocidad.
En este caso, las multas oscilan entre los 1.001 euros (la más leve) por funcionamiento inadecuado, y los 4.001 euros por no llevar limitador de velocidad o por manipularlo.
Tiempos de conducción y descanso
Todos los conductores, tanto de camiones como de autobuses o autocares, tienen que cumplir con la normativa respecto a horas de conducción y descanso. Estas horas las registrará el tacógrafo.
Aquí se contabilizan los excesos de conducción de forma diaria, semanal o bisemanal, con multas de 100 a 2.000 euros, dependiendo del tiempo que se haya excedido. También se mide el tiempo de descanso, con multas que oscilan igualmente entre 100 y 2.000 euros.
Ante estas sanciones deberá responder la empresa transportista, pero en algunos casos, cuando la infracción es muy grave, también podría responder el conductor.
Exceso de peso
El exceso de peso sobre la masa máxima autorizada del vehículo supone una infracción administrativa que conlleva sanciones que, al igual que en los casos anteriores, varían dependiendo de su gravedad.
En este caso, las infracciones leves, oscilan entre los 300 y 400 euros, mientras que las graves pueden llegar a los 1.000 euros y las muy graves a los 4.000. La severidad de la sanción depende de cuánto se haya excedido el peso respecto al máximo autorizado.
Excesos de velocidad
Por último, nos encontramos con las sanciones por incumplir las normas de tráfico, ante las que tiene que responder cualquier persona que conduzca un vehículo. Un ejemplo son las multas por exceso de velocidad, por no respetar la señalización o por saltarse un semáforo.
En el cuadro de abajo se pueden consultar las últimas limitaciones de velocidad, según vehículo y tipo de vía:
Las sanciones por excesos de velocidad oscilan entre los 100 y los 600 euros, y, excepto las más leves, conllevan pérdida de puntos (hasta 6 puntos en los casos más graves).
Como evitar sanciones
Hay dos caminos claros, ambos compatibles, para evitar sanciones. Por un lado, establecer una política de conducción responsable en la empresa. Esto afecta tanto al estilo de conducción como a la ética de los conductores y de la empresa, que no caerán en la tentación de falsificar datos, hojas de registro o tarjetas.
Por otro, instalar una solución de gestión de flotas que automatice procesos y evite errores humanos. Es la mejor forma de cumplir la normativa y demostrar que se está cumpliendo. Además, las últimas soluciones de gestión de flotas también pueden ayudar a mejorar el estilo de conducción con consejos en tiempo real y con informes sobre la evolución de la forma de conducir de cada trabajador.
Por último, la tecnología de gestión de flotas ayuda a optimizar los procesos y operativa diarios, de forma que se puede planificar mejor y de forma más realista, facilitando mucho la vida de los conductores.
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