Ya hace dos años que los megacamiones pueden circular por España. El uso de estos vehículos, que pueden llegar a medir más de 25 metros y tener una carga máxima de 60 toneladas, se ha demostrado positivo, ya que son más eficaces y reducen el número de camiones que circulan por la carretera, lo que supone a su vez una disminución en retenciones de tráfico y emisiones de CO2.
Como es lógico, y debido a sus grandes dimensiones, los megacamiones están sujetos a una regulación especial. Entre estos requisitos se encuentran sistemas que permitan garantizar una mayor seguridad, como puede ser el tipo de suspensión, espejos o detectores para ángulo muerto, tecnología que avise si se abandona el carril, que ayude al frenado e incluso que pueda detener el vehículo de forma autónoma ante una emergencia o posible colisión.
Rutas especiales para megacamiones
Las vías por las que puede circular un megacamión son las autopistas, las autovías o las carreteras convencionales con calzadas separadas para cada sentido de circulación. Sin embargo, esta regulación es muy genérica y no ayuda a definir las rutas de forma correcta.
Si ya es común ver camiones que se han quedado “atascados” en carreteras con mucha pendiente, con curvas pronunciadas o mal señalizadas, para vehículos con tales dimensiones encontrar las rutas adecuadas es fundamental. De ahí la importancia de planificar con antelación y de realizar un seguimiento del vehículo para asegurar que el conductor no se equivoca o cambia de vía sin consentimiento.
Además de la tecnología de gestión de flotas que puede ayudar a diseñar las rutas y a monitorizar los vehículos, aquí juegan un papel importante los navegadores específicos para camión. Este tipo de dispositivo GPS permite introducir el tamaño y peso del vehículo, de forma que se evita este tipo de contratiempos.
Otras cuestiones de seguridad
Pero esta no es la única medida importante a la hora de gestionar un megacamión en la carretera. Monitorizar el estilo de conducción es vital, con el fin de fomentar la responsabilidad volante y de impedir que se realicen maniobras bruscas (frenazos, acelerones o volantazos) que podrían provocar un accidente desastroso.
Para fomentar un estilo de conducción responsable es imprescindible formar al conductor con cursos específicos, pero la tecnología puede ayudar a detectar comportamientos problemáticos y buscar solución a los mismos. Te animamos a que leas este post sobre cómo mejorar el estilo de conducción de los trabajadores.
Cumplimiento normativo
Por último, no podemos dejar de mencionar la normativa específica respecto a estos vehículos. Cualquier transportista que utilice uno de estos camiones tiene la obligación de comunicar a la Dirección General de Tráfico, con una antelación mínima de una semana, los viajes que se vayan a realizar y los que ya se han realizado, incluyendo hora de inicio y finalización de los mismos. También deben aportar información sobre el recorrido y kilometraje.
En este aspecto, la tecnología de gestión de flotas es fundamental, ya que proporciona toda esta información de manera automática y con precisión, de forma que se garantiza el cumplimiento normativo. Y sin aportar nuevos quebraderos de cabeza al gestor de la flota.
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