Las multas de tráfico pueden suponer un auténtico dolor de cabeza para las empresas y para su cuenta de resultados. Por esta razón, vamos a hablar de cómo prevenirlas mediante el fomento de un estilo de conducción responsable entre los conductores de los vehículos de la flota, a través de 5 sencillos pasos.
- Establecer una política de seguridad vial en la empresa. Los empleados deben recibir con regularidad consejos e indicaciones sobre conducción responsable. Asimismo, se les debe proporcionar un manual oficial actualizado regularmente en el que se refleje la política empresarial respecto al respeto de las normas de tráfico. El objetivo es la mejora de la seguridad de los conductores.
- Evaluar qué está llevando a los empleados a saltarse las normas de tráfico. Puede que su estilo de conducción sea brusco, pero esto puede deberse a distintos factores, como una mala planificación de rutas, que las horas estimadas de llegada no sean realistas o que se le esté dando una cantidad de trabajos diarios difícil de cumplir. Si se tienen en cuenta las causas, será más sencillo ponerle remedio.
- Instalar un sistema de gestión de flotas. De esta forma el gestor podrá recoger y evaluar datos respecto a: las horas de inicio y fin de trabajo, el tiempo que se ha tardado en completar un determinado viaje, la ruta que se ha llevado a cabo, el estilo al volante de los conductores, etc.
- Analizar el estilo de conducción de los trabajadores. Los sistemas que ofrecen diagnósticos del vehículo proporcionan una perspectiva de hábitos y conductas al volante muy completa. El gestor de flotas puede acceder a un análisis estadístico completo de cada conductor de acuerdo con los elementos claves de conducción segura y eficiente, como el tiempo en ralentí, el consumo de combustible e incluso la conducción brusca o los frenazos. A partir de estos datos, se crean perfiles de conducta precisos, lo que facilita la identificación de problemas y permite a la empresa localizar dónde se ha estado expuesto a riesgos innecesarios. Como resultado, se puede repartir, de manera más precisa, el tiempo de formación y los presupuestos, garantizando así una reducción de los recursos desaprovechados.
- Crear una cultura de refuerzo positivo. Cuando se trata de abordar el comportamiento del conductor, una recompensa suele ser más eficaz que una sanción. Además de ofrecer críticas constructivas, deberían hacerse comentarios positivos, siempre que proceda. Una cultura del refuerzo positivo creará defensores entre el personal y potenciará un espíritu de competitividad sana. Los planes de incentivos son fundamentales para este enfoque, ya que permite recompensar a los conductores cuando cumplan o superen los indicadores clave de rendimiento (KPI) de seguridad.
Si aún no se han seguido estos pasos y la empresa recibe alguna multa, los sistemas de gestión de flotas pueden ayudar a delimitar qué multas se han producido en horario laboral y qué multas se han producido en viajes privados del conductor, en el caso de que éste pueda usar su vehículo de empresa para temas personales.
Si tienes alguna pregunta o comentario al respecto, no dudes en contactarnos.