El transporte de carga por carretera ha incorporado disruptivos avances tecnológicos que han ayudado a optimizar entregas y mejorar el rendimiento del servicio entregado por medio de la autonomía de vehículos y la telemetría.
Estas son las seis tecnologías que están aplicando los camiones y el transporte de carga.
1.Platooning
Actualmente, el platooning es un gran impacto de la tecnología en el transporte y objeto de varios ensayos en todo el mundo, ya que ofrece una mayor seguridad vial, menores costes de combustible y menores niveles de emisiones a las flotas de vehículos pesados.
Esta tecnología se espera que crezca a una tasa del 26.2% anual entre 2021 y 2026, lo que aumentará su actual valor 1,417 millones de dólares a 7,345 millones para finales de 2026.
El platooning conecta virtualmente una serie de camiones para sincronizar el frenado, la dirección y la aceleración. Un camión líder establece la velocidad y la ruta, seguido por los otros vehículos que reflejan su conducción.
La precisión de esta tecnología permite tiempos de reacción de los frenos más rápidos que los de un conductor humano, lo que reduce significativamente el riesgo de colisión. Cada vehículo en el convoy sigue muy de cerca al camión de enfrente, con el vehículo líder reduciendo la resistencia aerodinámica en todos los camiones del convoy. Esto reduce el consumo de combustible.
Algunos fabricantes sugieren que las flotas de vehículos pueden utilizarse hasta para diez camiones, reduciendo significativamente tanto los tiempos de entrega como el consumo de combustible. Los beneficios son de gran alcance, con conductores potencialmente liberados para llevar a cabo tareas adicionales simultáneamente para generar ingresos adicionales.
2. Camiones eléctricos
Aunque el cambio a la electricidad llevará inevitablemente más tiempo para los camiones que para los coches, los precios de las baterías están bajando, mientras que los precios de los motores diésel están subiendo (debido en parte a la gran carga de costos que supone el cumplimiento de las nuevas normativas).
De hecho, según McKinsey, la cuota de mercado mundial de los camiones eléctricos podría alcanzar el 15% en 2030, impulsada por costo de propiedad. Se espera que los camiones eléctricos alcancen la paridad de costos con el diésel en 2025.
Lo más probable es que estos avances tecnológicos en el transporte tarden en implementarse masivamente. Y para evitar extensos trayectos de camiones eléctricos, se espera que el reabastecimiento en rutas de larga distancia se haga mediante el despliegue de puntos de carga en los centros de distribución y a lo largo de las autopistas.
Los camiones eléctricos están cambiando drásticamente las capacidades futuras de las flotas de vehículos, ofreciendo una mayor flexibilidad en los horarios y ubicaciones de las entregas.
Tanto las emisiones como los niveles de ruido se están reduciendo significativamente, lo que abrirá las zonas rurales y urbanas a entregas nocturnas.
Algunos modelos ofrecen un tiempo de recarga completo de solo 1-2 horas, lo que significa menos paradas y ahorros significativos en los costos de funcionamiento y mantenimiento.
3. Conectividad basada en la nube
Los vehículos ya están conectados actualmente con la telemática a varios sistemas en la nube, pero en un futuro muy cercano podrán «hablar» entre ellos compartiendo la información vial aprendida con otros vehículos de la flota. Las innovaciones, por ejemplo, permiten que las cámaras de los vehículos detecten si una carretera tiene un nuevo límite de velocidad de 30 mph y esta información sea compartida automáticamente con el resto de vehículos de la flota.
En paralelo, se está desarrollando la posibilidad de que los camiones no solo se conecten entre sí, sino que puedan comunicarse con otro tipo de vehículos, como los utilitarios, vía la nube para recoger datos en tiempo real sobre las condiciones del tráfico y los posibles
4. Entregas con drones
Una solución para reducir los costos de entrega de la última milla para minoristas y empresas de distribución son los drones. Estos dispositivos teledirigidos están revolucionando la forma en que se transportan paquetes a sus destinatarios. De hecho, en Islandia desde 2018 ya están haciendo entregas de alimentos por este medio.
Según el presidente de la Asociación de Vehículos No Tripulados en México, Luis Salazar, este mercado en 2021 ya estaba avaluado en más de 11.9 mil millones de dólares, y se espera que en 2030 logre los 84.7 mil millones de la moneda americana.
Sin embargo, hay varios problemas que hay que solucionar para hacer viable este medio de transporte a nivel masivo: la protección antihacking, la gestión del tráfico aéreo y los procedimientos de seguridad.
No obstante, el camino recorrido es importante, ya que los minoristas electrónicos están evaluando la posibilidad de trasladar la totalidad de las operaciones logísticas de la carretera al aire, siguiendo los pasos de gigantes del comercio como Amazon y Google. Este último ha logrado más de 100,000 entregas autónomas en las primeras ciudades donde se ha implementado este servicio.
5. Camiones sin conductor
El camión sin conductor es una de las tecnologías de transporte que está empezando a tener una presencia cada vez mayor.
De hecho, en la industria minera australiana ya se están utilizando vehículos pesados totalmente autónomos. Sin embargo, el centro de investigación de esta tecnología sigue siendo Estados Unidos, donde se están desarrollando camiones que podrían funcionar las 24 horas, los siete días de la semana, permitiendo a los conductores dormir durante los viajes de larga duración.
Parte de sus ventajas está en la disminución de costos, aproximados al 30% e incluso más por milla, comparado al sistema actual conducido por humanos. Además, debido a su autonomía, podrían duplicar el alcance de sus camiones, de 600 a 1200 millas, siendo más eficientes sin la necesidad de aumentar su flota.
Sin embargo, también se está buscando una solución para mantener a los choferes dentro del modelo de vehículos autónomos.
Los centros de transporte o «hubs» son un modelo operativo único construido alrededor de los centros de transferencia que minimizan los desafíos de implementar vehículos autónomos en entornos urbanos congestionados o centros de distribución complicados.
En este modelo los camiones de largo alcance son conducidos por humanos desde su punto de origen hasta un centro de transferencia, cambiando el camión a «modo autónomo». Luego, el camión deja el «hub» y maneja autónomamente por una porción importante de la ruta, principalmente autopistas. Finalmente, el camión deja la autopista y se dirige a otro «hub» para que otro conductor vuelva a tener control sobre él y manejarlo hasta su destino.
Este modelo está diseñado para mantener a los humanos a cargo de la conducción local y la entrega de la carga, al tiempo que permite que los operadores de flotas autónomas se concentren en operar camiones en un entorno de carreteras más controlado. La implementación masiva de esta tecnología sería de gran relevancia en México, ya que los robos de transporte de carga en autopistas han ido en aumento en el último tiempo.
6. Sensor anticolisión
Los vehículos pesados tienen casi siete veces más probabilidades de sufrir accidentes mortales que los automóviles, según la UK Campaign for Better Transport.
La industria ha encontrado una solución a esta problemática por medio de los sensores anticolisión.
La tecnología de prevención y reducción de choques, que emplea un radar para detectar una colisión inminente y activar el frenado automático de la unidad, ha generado grandes avances y espera una pronta masificación.
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