Mantener los vehículos en condiciones óptimas proporciona numerosos beneficios y resulta esencial para el cumplimiento de las normas de seguridad en gestión de flotas de transporte. Sin embargo, no suele haber un control o una bitácora de mantenimiento vehicular.
De acuerdo con Fleet People, un estudio realizado por Enterprise Rent A Car en Europa revela que en países como España el 33% de los conductores no realiza ningún mantenimiento regular en sus automóviles, lo cual nos indica que es probable que la tendencia en cuanto a control de mantenimiento vehicular de flotas exista en países de Latinoamérica, incluso con índices aún mayores.
¿Sabías que la acumulación a nivel de desgaste automotriz del vehículo operado puede influir en un 30% o más en el consumo de combustible? (Fuente: gob.mx)
Otros estudios sugieren que el deterioro de las flotas no solo implica un problema a nivel de costos logísticos o gastos de mantenimiento (básicos o incluso mayores) que los mismos operadores y conductores de transportes en ocasiones se ven obligados asumir, sino también impactos a nivel ambiental.
De hecho, no se suele tener en cuenta, pero parte de la importancia del mantenimiento de flotas vehiculares está en la emisión de gases tóxicos al medio ambiente. Estudios como «A data-based investigation of vehicle maintenance cost components using ANN» mencionan que en Europa el transporte de carga que viaja por carretera produce cerca del 17.5% del total de emisiones de gas tipo invernadero, problemática que se agrava «en países en desarrollo por los vehículos mal mantenidos», dado que los escapes tienen residuos o están cubiertos de hollín.
Por lo tanto, no considerar la buena práctica de mantenimiento deriva en lo siguiente:
1. Procesos de mantenimiento vehicular ineficientes
La programación no coordinada, el poco control, la falta de un calendario de mantenimiento preventivo vehicular o las revisiones inconsistentes de los vehículos a nivel técnico (como frenos, amortiguadores, neumáticos y otros aspectos relevantes) aumentan directamente la probabilidad de que se produzcan costosos tiempos de inactividad, así como un mayor gasto en el mantenimiento de los camiones en el futuro.
2. Conductas inadecuadas e inseguras de conducción
Algunos hábitos de conducción, tales como frenar bruscamente o acelerar innecesariamente, provocan un inminente desgaste en los vehículos que, al acumularse, genera un mayor desembolso en su reparación.
Según autosblogmexico.com, algunas conductas que pueden reducir la vida útil del vehículo suelen ser sutiles:
- Arrastrar los frenos al bajar pendientes
- Acelerar hasta el fondo en velocidades altas
- Sobrecargar el vehículo
- Cambiar a reversa con el vehículo en movimiento
- Pasar por encima de topes y baches
- Acelerar el motor antes de arrancar
Muchas veces será importante capacitar a los operadores, realizar campañas de concientización e, incluso, contar con tecnología o software de gestión que permita, no solo analizar todos los movimientos, sino también corregir los estilos de conducción.
3. Detección tardía de daños del vehículo
Incluso si se programan controles de mantenimiento automotriz de forma regular, a menos que se detecten los problemas tan pronto como surjan, existe el riesgo de que las pequeñas fallas se conviertan en problemas mayores que requieran serias y costosas reparaciones.
De ahí la importancia de un mantenimiento preventivo de flotas que implique desarrollar una gestión eficaz para así obtener mejores rendimientos y una optimización del presupuesto de mantenimiento vehicular.
Un plan de mantenimiento adecuado debe responder a estas preguntas:
- ¿Qué piezas deben revisarse?
- ¿Cuál es la vida útil de cada una de estas piezas?
- ¿Qué metodología se debe implementar para optimizar la vida útil de cada vehículo?
- ¿Cuál es la periodicidad y frecuencia con la que se realizarán las acciones pertinentes?
Con base en eso, podemos hablar de un plan de acción para la gestión efectiva de las flotas.
4. Vida útil del neumático
¿Sabías que la vida útil de un neumático de buena calidad es de alrededor de 40.000/50.000 km?
Aunque en algún momento será necesario que el propietario de un vehículo sustituya los neumáticos, la prolongación de la vida útil de los existentes ayudará a reducir el gasto total.
Por ejemplo, la utilización de sistemas de monitoreo o rastreo vehicular o, en su defecto, el apoyo de un calendario de mantenimiento preventivo vehicular pueden ayudar a ello. De esta forma, se puede conocer la presión de las llantas y los neumáticos, algo muy importante, ya que una incorrecta calibración puede aumentar hasta un 10% el consumo de gasolina. Además, disminuye la seguridad tanto del vehículo como del conductor al poner en riesgo su propia vida.
Conclusión:
Es fundamental no omitir ni pasar por alto algunos de los aspectos mencionados, ya que pueden influir en la forma de gestionar cada vehículo. Al aplicar estos consejos, es muy probable que se logre aumentar el rendimiento de la flota, así como obtener una reducción de costos tanto logísticos como ambientales.
Fuentes:
https://fleetpeople.es/conductores-no-mantenimiento-enterprise/