Para las empresas de transporte, su flota de vehículos es uno de los activos más importantes de los que disponen. Por esta razón, es necesario asegurar que su gestión sea óptima. Hoy vamos a centrarnos en algunos errores que las empresas cometen a la hora de administrar su flota de vehículos y que pueden solucionarse fácilmente, con el fin de aumentar su eficiencia.
Elegir vehículos poco eficientes. Un vehículo o un camión de flota debe ser eficiente, ya que recorrerá miles de kilómetros al año. Aunque al principio parezca poco, ahorrar un litro de combustible cada cien kilómetros puede suponer una disminución considerable del gasto de una empresa. A veces nos dejamos guiar por preferencias personales, restando importancia a datos fundamentales, como éste.
No monitorizar el estilo de conducción. Unido al punto anterior, un estilo de conducción eficiente puede reducir tanto el consumo de combustible como las emisiones de CO2 a la atmósfera. Monitorizar cómo se conducen los vehículos de la flota puede ayudar a aumentar en gran medida la eficiencia de la misma. Para ello, podemos implementar un sistema de gestión de flotas, cuya inversión se recuperará rápidamente, y que nos permitirá ver qué fallos cometen los conductores y qué soluciones se pueden poner en marcha para motivarlos a mejorar.
No renovar los vehículos a tiempo. A mayor antigüedad de los vehículos, mayores serán los gastos en reparaciones, mantenimiento y seguros. Además la depreciación será más elevada. Pero lo más importante es que se incrementan las posibilidades de que nuestros conductores sufran un accidente…
No planificar el mantenimiento. La falta de planificación en las visitas al taller puede generar diversos problemas, como que haya averías que podrían haberse evitado, con la pérdida de tiempo y de dinero que esto conlleva. O que un conductor se quede sin vehículo porque de repente se encuentre con que éste debe ir al taller, sin haberlo previsto y no se hayan planificado alternativas para cubrir el servicio.
Pensar que los datos no tienen importancia. Hoy en día, todo puede ser medido. Y gracias a la conectividad en los vehículos, los datos que éstos proporcionan pueden ser recogidos, almacenados y analizados para mejorar la eficiencia. Desde el gasto de combustible, a las horas de trabajo y descanso, pasando por las rutas y los lugares en los que se ha parado, todos estos datos pueden ayudar a optimizar el uso de los vehículos y, sobretodo, ayudar a tomar decisiones más informadas.
Esperamos haberte ayudado a identificar si cometes alguno de estos errores y ponerle remedio. Y te invitamos a dejar un comentario si ves que existen otros que no hayamos contemplado.